Entre las notas bailan mis quejas. Notas disonantes abrazo en mi piano y os las muestro aquí. Está bien, denuncio este mundo. Pero puede que después de tantas denuncias se merezca un poco de mi amor, no?
Pues bien, simplemente por una sonrisa, no hay nada más.
Con los ojos achinados y con amor entre dientes, se estiraban unos labios de un rubí apagado, nada sobrenatural, sobre los cuales mi inspiración, mi aire, supo respirar este texto. Aquí expiro, aquí te pido que tengas compasión de mi corazón lleno y colmando amor y que no lo llenes tanto de tu belleza. Por dios, tus labios no se pueden desear, no tienen palabras! No se puede describir lo que una persona sufre por esos labios tan fluidos entre notas y disonantes de un piano tan distorsionado y tan desafinado como el que día a día voy afinando yo. Unos labios perdidos en la infinidad de mi memoria, la infinidad de mi amor y la infinidad de cualquier texto, partitura, música... pues es la mejor arma: una sonrisa.
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