Inútil i importante

Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Tengo derecho a opinar


La libertad de expresión es uno de los principios de la democracia, el fundamento de nuestro estado i de otros. Romper con la democracia es romper con la libertad. Por todo el mundo hay gente encarcelada y acusada de utilizar su opinión. Los humanos tenemos derecho a recibir y difundir información e ideas sin temor o injerencias, siendo democráticos o sin serlo. Este derecho es uno de les fundamentos de la naturaleza humana, del desarrollo personal, también de la dignidad. Además es la base para poder disfrutar de los otros derechos que tenemos. Por naturaleza, he nacido igual que todos los hombres, y moriré igual que todos ellos, tengo los mismos derechos que todos los habitantes de mi país, por lo tanto sería injusto que unos pudieran opinar y yo no. 


El debate abierto y el respeto por los derechos humanos son el único sitio en que la seguridad y el desarrollo pueden mantenerse, si se procede civilizadamente y aceptando las decisiones conjuntas. 
Uno de los recursos en que se hace servir el debato abierto es Internet. Aun así, estos últimos años, en sitios como, por ejemplo, China, hay cada vez más controladores oficiales de Internet, donde hay una regulación y censura en aumento de blogs y páginas web. 

Todo y tener gente en contra del derecho esencial de opinar, hay mucha gente que continúa trabajando por defender la libertad de expresión en general. Se intenta de diferentes maneras, en los puntos siguientes presento cinco ejemplos:
-Los periodistas que sacan a la luz violaciones de derechos humanos.
-Los trabajadores/as comunitarios/as que difunden la educación en derechos humanos.
-Los sindicalistas que defienden los derechos del trabajador.
-Las mujeres que trabajan por la promoción de los derechos sexuales y reproductivos.
-Los ecologistas que ponen de manifiesto el impacto de la polución, el cambio global, entre otras cosas.

Como patética excusa, los gobiernos han hecho una ley para frenar ciertas opiniones que no les interesan: La seguridad nacional. Así no hay problemas, para ellos, con las críticas, oposiciones políticas radicales, etc. Un gran ejemplo es el de Wikileaks; la gran excusa para frenar a Wikileaks y no dejar que estos publiquen todas las aberraciones que hacen los gobiernos es la seguridad nacional.

En definitiva, es fundamental la libertad de expresión para garantizar nuestra libertad en general, leyes, desarrollo personal, respeto y dignidad, información, etc. Sin opinión no hay fundamentos. Es una gran y terrible tentación controlar la opinión de la gente. Los hombres ya intentamos controlar las mujeres, y nos dimos cuenta de que no eran nuestra propiedad ni que éramos superiores. Después los hijos; tampoco son nuestros, son de ellos mismos. Nos pasa lo mismo con los animales. Pero cada vez pasa más con internet y con los medios que nos proporcionan la información, cada vez se manipula más la libertad. La libertad debería ser de todo el mundo, de nosotros mismos, no de unos pocos. Esta tentación se tiene que luchar, la opinión no es de nadie más que de uno mismo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Posesión y ser


¿Qué significa ser de alguien? Muchos enamorados o amigos se dicen entre ellos que uno es del otro y el otro es de éste… yo no creo que eso sea cierto. Es muy bonito pero imposible.

Toda la tesis que desarrollaré a continuación se resume en “amamos a todo eso que queremos y no tenemos”. Es una propuesta bastante arriesgada.

Yo, por mucho que quiera a mi novia (o de mi mejor amiga, de mi madre, mi padre, etc.), nunca seré de ella. Yo esencialmente soy de mí mismo, soy de mis amigos, soy de las notas que saco, soy de todo eso que tenga alguna posesión en mí, también soy de mi novia. Pero, ser de tantas cosas es equivalente a no ser totalmente de nadie, ni de nada, ni de mí mismo. Como máximo se podría decir que soy parcialmente de todo, incluso de algunos recuerdos y otras cosas que no tienen realidad física.

 Entonces, como he dicho antes, tampoco somos de nosotros mismos. ¿Cómo se entiende esto? Para entender esta afirmación antes tenemos que entender qué somos “nosotros mismos”. Nosotros mismos somos de diferentes cosas. Somos de nuestro cuerpo físico, de la parte que controlamos dentro de la conciencia y de la parte que no controlamos dentro de la conciencia o subconsciencia. Nuestro celebro no acaba de ser controlado por nosotros mismos, en muchos casos parece que este nos controle a nosotros (entraríamos en un tema muy profundo y más largo que éste si nos dijéramos que no somos nosotros quien decide nuestra realidad, sino nuestro celebro sin consultar con “nosotros mismos”). Por ejemplo, es nuestro celebro quien se enamora sin que tú lo puedas evitar de alguien, es nuestro celebro o alguna otra cosa (interior, o exterior, no tengo ni idea, pero no somos nosotros mismos); otro ejemplo es el de soñar, tener hambre, enfadarse, e infinitos casos más. Entonces… ¿la parte que nos controla forma parte de nosotros, o nosotros formamos parte de la parte que nos controla?

Dicho esto, podemos llegar a la conclusión de que nosotros, no somos de “nosotros mismos”, no nos controlamos nosotros solos. Consecuentemente, no nos tenemos a “nosotros mismos”. Y aquí derivamos a la explicación de porqué nos queremos a nosotros mismos más que a nada: puede que seamos a quien más queremos y menos tenemos.

Entonces, ¿qué pasa con lo que ya tenemos? Por ejemplo el dinero. Pasa que tenemos miedo a perderlo, y se establece, más que una relación de amor, una relación de, principalmente, miedo. ¿Por qué la gente con más dinero bota a derechas y la gente que tiene menos dinero bota a izquierdas? Unos tienen miedo de perder lo que tienen, los otros tienen menos cosas, y por eso tienen menos miedo. Las revoluciones o las revueltas se producen entre la gente que no tienen nada, que no tienen miedo. Otro ejemplo sería el de una pareja: yo puedo tener miedo de que mi novia me ponga los cuernos, ya no me quiera y todo lo que pueda pasar. Pero es todo lo que pueda pasar encima de la parte que ya tengo, es decir, tengo miedo.

Se decía que Homero, gran poeta de la antigua Grecia, era desagradable físicamente. Precisamente, por eso buscaba la belleza extraordinaria que encontraba en sus poesías: Amaba eso que no tenía.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Paciencia


La paciencia es la madre de todo. Esto no significa que no sea bueno ponerse de los nervios por algún motivo, sino dejar que las cosas fluyan, aunque fluyan a gritos. Vivimos en un mundo donde ignoramos la paciencia. Queremos que las cosas pasen ya, y si no lo hacen obligamos a que se hagan, cómo sea, pero siempre presionando.

Un pianista, cuando toca la última nota de un concierto y casualmente ésta se deja en suspensión porque así lo manda la partitura, el pianista tiene una terrible prisa por soltar el pedal para que deje de sonar, y deshacerse de todas esas miradas que escuchan una sola nota cada vez más floja. Pero si el pianista suelta el pedal antes de tiempo, incluso si no lo alarga un poco, la pieza no se acaba, se rompe, no fluye.

Hay que dejar que las cosas fluyan, pues sino se van rompiendo a medida que se presiona, y cuanto más se presiona más se pierden.

Las acciones importantes en una vida están formadas por dos cosas: preparación y oportunidad. Si no se está preparado para cuando llega la posible (y no posible) oportunidad, no se consigue. Para para prepararse, para esperar la oportunidad, y para esperar los resultados de la acción, solo se necesita una cosa: paciencia. Se trata de que tú hagas tu parte, y una vez hecha te esperas.

Si se quiere a una persona, hay que esperar a que llegue la oportunidad de que ésta también te quiera a ti, no hay que presionarla. Si una pareja presiona a la otra para que haga una cosa que realmente no quiere hacer, es pareja se va rompiendo. Si haces crecer una planta rápidamente, o un árbol, crece mal, por falta de paciencia (por nuestra parte, no la suya claro). Si un texto se lee con paciencia se entiende, sino no sirve para nada.

Las cosas vienen, tarde o temprano. Si una cosa no te gusta, prepárate, espera la oportunidad, actúa y deja que fluya.