Pájaros por la mañana

Repetidamente oigo la misma música y me sigue gustando igual. Repetidamente oigo la naturaleza gritar mi nombre, gritar el tuyo, gritar todo lo que existe. Nos llaman los cantos de la belleza repetidamente, no son complicados, la belleza es sencilla, la belleza es fácil.

Pues entre pequeños gritos de belleza agradables, porqué no olvidemos que la belleza puede no ser agradable, levanto la cabeza ante una brisilla fresca que me trae las caricias de la tranquilidad al despertarse un día silencioso, además me canta la belleza, ¿qué más quiero? Pues muchas cosas... quiero que la belleza no solo me cante sino que me acaricie y que se duche con migo y que me hable más amenudo y que se desnude ante mi y se acueste con migo por la noche y me siga cantando por la mañana. Quiero muchas cosas, nunca es suficiente. No me conformaré nunca, tenga lo que tenga, seguiré luchando, y de verdad... me alegro de no tener las cosas, me alegro que tenga cosas por luchar, me alegro de que no haya una política justa, una economía justa, de que haya guerras, de que haya besos por conquistar y días por pasar. Me alegro de que haya tantas cosas por escribir, me alegro de todo esto porque me hacen tener un motivo por el que luchar, un sentido a la vida... es una de las cosas que más contento me hacen... suerte que tenemos cosas por luchar... porque sino, entonces, la vida sí que sería un desastre.

 Pues bien, estos pájaros, son otro motivo por el que luchar. Otro motivo por el que vivir, otro motivo por el que quererte.