Texto abstracto

La pintura, la escultura, bailar y muchas otras cosas no tienen porqué tener sentido! Una pintura puede ser muy bonita y no tener sentido. Un gran ejemplo de esto es la música. Bien, entonces porqué la literatura no puede jugar con lo mismo? Esto es lo que voy a hacer a continuación, un texto elaborado pero sin sentido (si de verdad queréis insistir en encontrarle sentido, encuentro necesario leer mi anterior entrada (monos medio piedras), y si aun queréis darle más sentido mi siguiente entrada que será sobre la música). Si se invierte mucho tiempo pensando, estoy seguro de que hallareis vuestro propio sentido al texto (yo le encuentro sentido...), más adelante aré un texto que carezca absolutamente de sentido, en un futuro.

Podéis imaginaros Debussy tocando el piano de fondo con sus inmensas cascadas de notas y siendo pintadas al instante por Kandinsky sobre este papel:

Sigue siguiendo estas garras que desgarran un camino escondido a la privacidad de tu corazón mientras la Luna te baña en plata pálida: La luna arrojadiza, silenciosa, grita ecos y sombras alrededor del rocío de una noche de Julio. Ladridos siguen ladrando a esas garras que desgarran un vacío perturbado por un latido ardiente evaporando silencios interpretados por los mejores compositores: los pájaros. Estas notas vuelan hasta llegar a su pentagrama: cables. La electricidad zigzaguea por millones de almas petrificadas por otras piedras estrelladas al fondo de un pozo sin fin mientras salen ilustres e insignificantes caballos trotando del mismo pozo hacia arriba, soportando los golpes de las piedras: Fusiles cargados o políticos hablando. Bostezos bailan mientras tu coges estos versos soñados dentro de otro sueño aun despierto, lanzando pinceladas de bizcocho caliente con un toque amargo con un punto de acidez y de dulzor, y después pueden haber toques de piña, plátano, vainilla, canela y azafrán, si tu lo deseas: chocolate negro.

Garras desgarran sueños deshilvanados entre farolas borrachas de soledad entre el fulgor y el calor de bellas bestias, vestidas de publicidad y dinero, otras de amor y sabiduría. Una nota de piano, entonces, circulaba dando vida por un jardín, y las piedras, seres sin ojos ni lágrimas ni sueños, comenzaron a mover-se: despiertan. El tiempo se para solo para dejar suspendida una lágrima de un vecino que se dio cuenta que piedras y plantas vivían y formaban parte de esa nota tan triste o alegre que penetraba dentro de sus duros oídos. Vaya una guerra! Catapultas lanzaban besos entre toda esa multitud de arqueros que disparaban placer entre el inmenso campo de batalla donde caballeros y infantería se abrazaban sin descanso: la cama. Y es entonces cuando el rey fue alcanzado por una flecha, pero por muy cansado y herido que estuviera... seguiría de pie en el ajedrez esperando a volver a la caja junto con sus peones.

 Colgaron a las garras que desgarran el camino de los sueños por desesperanzador y por realista entre cascadas infinitas de pintura y notas, las colgaron pero no para todo el mundo. Solo los desafortunados inteligentes sabrán descolgarlas para ser desgarrados por ellas: la vida, la muerte, la inmensa sombra humilde que deja sitio a los demás es descubierta y temida por los pinceles y las notas y las letras y teclados que artistas cantan por las noches en sus sueños deshilvanados junto con un trozo de queso y su copa de vino dulce, amarga y ácida. También pocos trabajadores, pero nunca por los tontos.

Aun así sonrío, sonrío ante estas cascadas, ante este arabesco y ante el tiempo.