Como si el tiempo no tuviera valor, notas de un instrumento caen solas, como centinelas borrachas de soledad. Insolación... ambiciones vistas como sueños es un instante se descosen: instante agrio, intransigente, sin valor.
Ésta música sustancial, la verdad, las lágrimas que caen como el rumor de la lluvia, le deja entre las sombras, no le deja en ningún sitio, le mata.
Ésta música sustancial, la verdad, las lágrimas que caen como el rumor de la lluvia, le deja entre las sombras, no le deja en ningún sitio, le mata.
Notas caen gota a gota y a cada gota llevaba cada guerra ganada, cada guerra perdida y toda la gloria que no le dejaba dormir. Cada nota silenciosa picaba al suelo, y un terror zigzagueaba por su cuerpo, mariposeando en sus ojos que no se atrevían a hablar. Ellos son los que le hacen sentir como si hubiera muerto siglos pasados y sus cenizas estuvieran perdidas en ningún sitio.
Tantos gusanos bien alimentados con carne fría y humillada...
Tantos gusanos bien alimentados con carne fría y humillada...
Vergüenza me da poner Franco en una foto en mi blog, pero vergüenza de verle, no de dedicarle este texto.
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