Arte y comercio

Estoy cansado, asfixiado, desesperado, la música i el teatro últimamente apesta a negocio, apesta a despacho, a funcionario a comercio, publicidad, rutina, comodidad, ajamiento, aburrimiento burocracia, la música i el teatro apesta a todo menos a arte!

El arte no tiene absolutamente nada que ver con el dinero. Puede que el artista sí que necesite dinero, para sobrevivir, pero eso no cambia ni por asomo que el arte no tenga que ver con el dinero (encuentro que el arte no se tenga que vender por millones, sino por lo que el artista necesite para vivir, y si quiere más dinero que pinte más y no que suba precios). El arte invita a la reflexión, nada más (y ya es mucho).

La pregunta que mucha gente no sabe responder es, porqué no tiene nada que ver con el dinero? La responderé brevemente:

Si se pudiera comprar el arte seria reducible a otra cosa. Una lámpara es reducible a 10 euros, un portátil es reducible a mecanismos y electricidad, una manzana es reducible a un proceso natural descubierto por la ciencia. Todo, absolutamente todo (y, da pena decir esto, pero los sentimientos también, ya que solo son sustancias químicas {yo, sigo pensando que son únicos los sentimientos, tienen un misterio, y que son más especiales que simplemente sustancias químicas} y por lo tanto son reducibles a algo) es reducible a otra cosa, por lo tanto, tal y como dice Descartes, las cosas ya no son (comparando con la antigua Grecia, que absolutamente nada era reducible a otra cosa, todo era único). En cambio el arte tiene un misterio detrás, no es reducible a nada. Hoy en día todo tiene un proceso, una manera de hacerse, el misterio del arte reside aquí... cómo se ha hecho? No tiene proceso de construcción, no puedes seguir unas instrucciones y obtener una obra de arte.  Y el misterio le encanta al ser humano, el misterio, junto a los deseos (que van cogidos de la mano) son los que nos hacen tener motivos para vivir. Cuando hay misterio el ser humano y su inmensa curiosidad van a investigar, y en la obra de arte (la realmente buena) se queda atrapado infinitamente (literalmente: infinitamente).

Hay que decirse que las obras de arte que no invitan a la infinita reflexión continua, también juegan su papel con su misterio, pero no tanto. Aquí hay dudas de si es reducible a dinero o no, puede que sí, puede que no, depende supongo. Pero yo estoy hablando del buen arte. Si pudiéramos comparar una verdadera obra de arte (arte que te puede hacer reflexionar infinitamente) con dinero, ya no sería una obra de arte, sería un objeto reducible a dinero, y si se le acabaran las reflexiones es que no es una verdadera obra de arte.

Creo en un arte que es capaz de tocar el corazón de la gente, arte que llegue al espíritu de todos los hombres, que mejore como persona, un arte sano, sin fronteras, sin religiones, sin razas. En otras palabras... el arte ya es comercio: el arte está muriendose, AUN NO ESTÁ MUERTO, aun quedamos gente que confía en el arte.