Inútil i importante

Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.

sábado, 14 de mayo de 2011

Carta a la literatura





Desnuda te conocí, y tan pequeña... eras bellísima e inocente. Me supiste enseñar qué era realmente el amor, entre otras cosas. Entonces poco a poco fuiste creciendo, y tuve que comprarte ropa, cada vez  te compraba ropa más bonita. Seguías siendo bellísima, siempre lo has sido, y siempre lo serás. Crecías mientras yo me quedaba igual. Tus pasiones, expresiones, sentimientos, tu creatividad, tu sensualidad... todo se podía reflejar en tus ojos.

Día a día crecías, te acababas vistiendo como una auténtica reina! Estabas cada día más preciosa. Llegó el día, no hace demasiado, que expresaste todo lo que sentías de una forma a la que yo nunca me había ni si quiera planteado. Con una sonrisa desobediente en tu boca, apoyada al sofá y mirándome fijamente, sin decir una palabra, te quietabas los pantalones, te quietabas hasta los silencios, me quitabas los ojos... como no pude ver lo bella que eres? Te lo quitaste todo y viniste hacia a mi quintándome las palabras, quitándome todo lo que llevaba encima, hasta las ideas. Me desnudabas acariciándome por todas partes, y me arrastraste hasta un escritorio, y allí hicimos el amor, encima un montón de papeles. Nunca pensé que podría gustarme tanto alguna cosa como hacerte el amor...

Entonces, esta práctica sexual, se repetía diariamente, era ya casi como un deporte. Cada día sin parar. Una vez acabábamos  te volvías a vestir y a pasear, perdida en tus pensamientos. Tal fue el gusto que sentíamos los dos al hacer el amor, que un día te encontré llorando en el balcón, te pregunté qué te pasaba y era que no te había hecho el amor en 3 días! Tres días que me había ido de viaje! Esta situación se ha repetido numerosas veces... Pero realmente nuestro pasado no es lo que más importa. Te escribo esto por los celos que sientes por la señorita pintura y la señorita música. Son muy guapas y muy simpáticas, pero eso no significa que ni si quiera las desee! Por Dios! Te quiero mucho y lo sabes. Siempre que puedo, como ahora, te ago el amor, y no me canso, hay tantas formas de hacerte el amor...

Aun así, el verdadero motivo por el que te escribo es que tengo que decirte que me voy un par de días al estudio... ya sabes como es la vida de un artista... pf! Cuanto trabajo me queda por hacer! Seguramente la señorita música y la señorita pintura también vendrán a ayudarme con el trabajo. No seas tonta y pienses nada raro, eh? Solo compondremos un par de canciones y pintaremos un par de cuadros.

Pues bueno, literatura, ya sabes como te quiero, pero te lo repetiré una vez más: no te cambiaría por ninguno de mis deseos, ni si quiera todos mis deseos, ya que tu eres mucho más de lo que uno pueda desear.

Prepárate para cuando vuelva, todo y estar cansado de trabajar día y noche en el estudio, querré hacerte el amor.

Cuídate, con cariño Adri.

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