Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.
Fíjate, como suenan las olas. Como la espuma te acaricia los pies. Un azul oscuro se desvanece y pasando por un azul medio marrón claro acaba en un blanco esponjoso acariciando tu tranquilidad, seguido del marrón oscuro de una tierra cómoda y mojada. El viento se te mete en cada rincón de tu cuerpo y lo abraza con vida, con cuidado pero con fuerza.
Por un momento, un instante minúsculo, te olvidas de lo que rige tu vida, te olvidas de lo que cualquiera desearía tener por un momento: dejar de desear.
Infinidad, el horizonte separando cielo y mar es una de las pocas cosas que te hace olvidar de tus deseos, te hace olvidar de satisfacerlos y preocuparte por ellos. Malditos deseos, ¿porque no podemos desear simplemente lo que ya tenemos? ¿Porque queremos más? Se estaría tan bien así, sin pretender llegar a cumplir estos deseos tan... abandonados... tan oníricos.
La brisilla fresca te hace sentir vivo, te hace sonreír ante el recuerdo de... Eh! Que este frío tan agradable no lo podré sentir en menos de 100 años!... y lo disfrutas como nunca. Ese recuerdo no lo piensas, pero lo sabes... no lo pienses, no tiene ni respuesta ni pregunta ni solución, no tiene nada. Así que, disfruta. Fíjate en como el sol te peina la cara, batalla contra el cielo y mancha las nubes de sangre, goteando hasta la superficie del mar y sus profundidades.
Al fin y al cabo son las únicas cosas que acaban valiendo la pena. Las construimos durante nuestra vida, y son las únicas cosas que persisten después de la muerte. El mundo de las ideas... tan amplio, tan inexplorado, constante, tan lleno y tan vacío, misterioso, brillante, ensombrecido, musical, pictórico, cerrado y abierto, sonoro y callado, doliente y reconfortante... Es el mundo de los mundos. El mundo de los conceptos y palabras, y de todo eso que tampoco son conceptos. Todo lo que escribo y todo lo que aun no he escrito. Vivimos dentro y fuera de él.
Cuantas ideas habrán fluido a lo largo de los milenios? Muy pocas deben haber sobrevivido. Es ese el sentido de la vida? Sobrevivir en el mundo de las ideas? O es aprender sobre todas las ideas que han persistido?
El abismo, el ocaso, el fin se avecina cada día. Las horas pasan, los segundos corren. Pequeños visitantes de un mundo en el que explorar. Este mundo es igual que una partitura difícil para un principiante: al principio te asustas, te parece imposible de lo difícil que es, ¿como voy yo a tocar esto? Aprendes poco a poco los conceptos que tienes que aprender para entender la partitura, y pentagrama por pentagrama, nota por nota, vas saboreando poco a poco la melodía y la harmonía, aprendiendo cada cambio y cada novedad, cada dificultad es un placer al aprendizaje, pero es tan difícil que nunca acabas de aprenderla entera, ni si quiera todos los profesores del mundo sabrían explicártela entera a la perfección; muchos se rinden.
Al fin y al cabo, somos un montón de partituras, un tinglado de partituras brillantes y ensombrecidas, y un montón de estudiantes frustrados; inevitablemente, omos Artistas.
Nos hemos construido juntos. Nuestros corazones están adosados. Arquitectos de nuestras vidas nos hemos construido los deseos y dentro nos hemos quedado.
Mis orejas escuchan atentamente, mi boca está quieta y paralizada. Mis dedos tiemblan violentamente. Mis ojos miran hacia abajo y no saben donde ir. La música que desprendes me envuelve... ella es quien construyó el edificio.
Todo el mundo habla de los acordes menores presuponiendo que son los acordes tristes. ¿Por qué iban a ser tristes, si salen en la mayoría de canciones alegres que escuchamos? Los acordes tristes no existen. No están tristes, simplemente son diferentes, tienen medio tono menos en la tercera de un acorde y punto, eso las hace especiales y no tristes.
Porqué tengo que ser tan fría, débil, distante... Tan calmada, triste, recogida... la gente se esconde de mí y corre a su casa, a la estufa. A veces doy incluso miedo, soy la estación más oscura del año. Y ella es tan bonita... tan... todo el mundo almacena energía y lucidez para recibir la primavera, donde las emociones explotan.
Mis garras se llevan al esplendor de las farolas, ahora están borrachas de soledad, y el tiempo parece no pasar, y el mar parece no fluir. El viento, parece acariciarme, dar besos, y aunque sea frío, son los besos más vivos del año, pues te hacen sentir vivo.
Oh dulce primavera:
Esa niña que sigue esperando debajo de un árbol a un amante aun por aparecer, esperando y esperando, hasta que finalmente decide ir a casa, esperando día a día su amado a aparecer. Esa pareja sentada en una pradera llena de flores por la noche, la cabeza de la chica encima del hombro del chico, los dos sonriendo y tumbados mirando las estrellas y una gran luna llena, la chica se duerme en unos minutos y el chico le acaricia el pelo hasta dormir él también. Ese hombrecillo con miles de deseos sigue soñando en esa mujercilla vestida en dulce primavera, donde hace suyo el mundo, donde la besa apasionadamente. Esa mujer mayor sentada en las rocas, el gran muro que separa mar y tierra, sentada mirando un amable ocaso y esperando a ver el exquisito alba acariciando con la brisa su arrugada piel y animando sus ojos con el rocío de la mañana brillando en las telarañas.
Tantas historias que contar tiene mi dulce hermana, tan inocente, divertida, airosa... y yo tan abandonada, repartiendo muerte. Aun así seguiré luchando por estas notas tan frescas que desprendo, distantes pero sinceras. Quiero vivir... quiero gritar mi vida! Mi vida es tan viva como cualquiera, solo que más fría.
En ti nace la vida después de que yo las duerma. Todo es lleno de calor y color, los pájaros observan como no queda ya más tristeza y cantan, el sol luce bien grande el cielo inundando de felicidad a todo ser vivo, el aura sale, salen las flores y la nieve se derrite, época de amor. Besas la arboleda mientras la sombra de las nubes van pasando sobre el campo juvenil con un verde recién brotado. Calladamente, sutilmente, y a la vez con tus pájaros, despiertas las sonrisas de todas las flores que ríen sabiendo que ya es primavera.
Todos tenemos una persona que odiamos, una persona que no queremos ver, ignoramos o insultamos, una persona que evitamos por lo pesada que es y que le gritamos por lo molesta que es, etc. Tratamos con desprecio a estas personas, con el fin de mostrar que nos están molestando o para que no se acerque más a nosotros o por muchos motivos más.
Bien, imaginaos que esta persona muere mañana. Como la trataríais? Seguro que podrías soportar la horrible pesadez de cierta persona y sonreírle para hacerle un poco más feliz. La trataríais completamente diferente, incluso vosotros mismos os sentiríais mejor con vosotros mismos por tratarla bien. El caso es que cualquiera podría morir mañana.
A veces, como mi casa está lejos, cuando vuelvo de quedar con mis amigos o con mi novia me hago conversas imaginarias donde un estúpido imbécil, entre otros, de unos 19 años se me queda mirando y me dice “y tú qué miras?” yo cada día le respondo diferente. Aquí una versión:
-Y tú qué miras?
-Te miro a ti.
-A sí? (acercándose)
-Sí, creo que tienes una cara muy interesante
-Me vacilas?
-No, esta cara con esta expresión tan boba y estúpida me parece incluso fascinante.
-Tienes algún problema?
-Que si tengo algún problema?! Claro que tengo un problema, solo tienes que mirarte al espejo y verás el gran problema que tengo. Mi problema no es que un descerebrado me ha preguntado que qué miraba cuando era evidente que miraba su fascinante cara, mi problema es que los mutilados mentales como tú sois el futuro de España y del mundo, un futuro que no ha leído ni 100 páginas de un libro, un futuro tan interesante como tu cerebro que no sabe ni defenderse a palabras. Si me pegas, realmente, confirmarás el futuro que he pronosticado, i además confirmarías también que las palabras duelen igual que los puñetazos. Pues mírate, aun que me pegues seguirás toda tu vida con estas palabras dolorosas: eres un estúpido que ni si quiera sabe esforzarse, mimado por sus padres ya que le compran lo que sea necesario para satisfacer tus ridículas necesidades, el cual tiene que compartir un mundo con una persona como yo, que no es un genio pero que no es estúpido y a trabajado para conseguir las cosas y sigue trabajando para conseguir su independencia.
A veces hay que estropear el final para que todo acabe bien.
Baila, sonríe, pásatelo bien; son los finales en que se derrama la sangre, en que la gente llora y se derrumba. Tenemos miedo a los finales, pero sin ellos no podríamos vivir, ni dejar vivir. Miedos son los que mueven las fichas, finales son los que mueven los miedos; arriesgar es una palabra muy atrevida y perder muy común.
La suerte tira, el sol no mira, las ventanas se cierran y el viento ya grita; la suerte pierde, la Luna se ahoga, las ventanas se abren por los gritos del viento. Pierdes.... ganas. Pierdes menos de lo que ganas! Gran perdida, la suerte se derrumba adosada a ti, pero sin tu pérdida no se habría edificado todo lo demás! Que gran suerte perder.
La suerte tira, el sol ya mira, las ventanas abiertas y el viento calla. Lucha eterna entre varios años por una simplicidad que la suerte por fin a querido considerar, furia y ruido recorre las venas de una persona que se olvidó de su lucha, pero ahora la suerte está echada. Es la lucha digna de ser luchada? Quieres de verdad ganar? Quieres seguir siguiendo este camino? No siempre: renunciar, estropear, perder, olvidar a veces es bueno cuando no vale la pena seguir luchando y cuando no vale la pena la lucha en sí. Pues bien, a veces hay que estropear el final para que todo acabe bien.
Mucha gente que ha estudiado por encima arte se pregunta ¿porqué los artistas dibujaban cosas como personas y retratos cuando ya tenían cámara de fotos? Es una pregunta de la que uno siente la respuesta cuando aprende a dibujar.
Una fotografía es perfecta en el sentido de que todo está “perfectamente dibujado”, es totalmente sincera al momento, es un recuerdo gravado sin modificaciones. Pero esto incluye una sensación de frialdad, de poco sentimiento, y de distanciamiento entre foto y persona. Es aquí donde entra el dibujo. El dibujo no es una fotografía, no intenta ser perfecto, y si lo hiciera... sería muy aburrido aprender dibujo. Un dibujo para un buen artista basta con que sea expresivo, tiene que dar sensaciones, dar sentimientos, expresiones. A veces, se tiene que deformar la realidad para expresar realmente como es. Y si entramos en color, es decir, si entramos en pintura, es exactamente lo mismo. No se tiene que pintar la realidad, se tienen que captar las impresiones, expresar un sentimiento, y jugar con los colores y con las formas para llegar al objetivo, para llegar a explotar la tela o el papel (o lo que sea, claro).
Una persona que hace un dibujo perfecto, lo único que siente es satisfacción por calcar un momento. Sin embargo, esta satisfacción ya es suficiente como para estar un rato sonriendo. Pero hacer un dibujo y deformarlo según mande el momento y los sentimientos y conseguirlo, es una satisfacción mayor; es la parte más imaginativa, la más creativa. Dos personas pueden hacer el mismo cuadro, y segurísimo que lo hacen totalmente diferente.
Cuando un artista pinta un cuadro intentando captar cómo toca el sol por la tarde en su margarita, no lucha por que sea perfecto, lucha por que el público sienta y vea como se estaba a las 4 de la tarda en Julio en su jardín, eso es mucho más difícil que calcarlo.
Dulce boca... déjame ser tu golosina. Déjame meterme dentro con mis palabras y déjame explotar exquisitamente. Déjame dedicarte un ensayo, tan dulce, que mis dedos se avergüencen:
Si miras más lejos que el infinito encontrarás una rosa ardiendo y tu belleza, mirando ojo a ojo, al involuntario talento de captivar sol y luna, pues se pelean día y noche por estar más tiempo dándote luz y sombra. El sol ya llora, la luna se ahoga, los dioses te miran y te tienen envidia, ignota eres, en un espejo belleza, -Curiosa, mira, eres todo lo que hay-. Para todo el mundo eres luciente maravilla. Eres luz y el arte tu vassallo giarsol, que día a día, lágrima a lágrima, esperamos a verte y hacer fortuna y darte por fin esta rosa, esta rosa viva y carnosa.
Relaja tu libertad dentro de mí y saboréame, pues quiero que lo leas poco a poco. La gente sabe devorar, sabe comer sin masticar, pero no sabe saborear. Despierta tu imaginación y déjate llevar por las letras y abrázalas, pues son todas tuyas.
El tiempo nos persigue, pues sigue siguiendo estos versos con aliento a corazón herido, donde los sueños no declinan ni en sus suspiros libres de miradas y sin temor –donde sabes ofender la privacidad de un corazón que se perdió dentro de la música y el arte-, pues sigues siendo un talento sobre el cual me dejo llevar por tus secas oleadas de sonrisas. Mirada ardiente, mirada como astros, arrastran estas palabras que nacen de sueños cabalgando por un río congelado por tinta y notas. Pues este texto se alimenta de las chispas llenas de delirios que pudiste dar a un piano sin cuerdas, y de aquí sale este silencio musical.
En este texto tienes que encontrarte, tienes que leerlo y saber que no es solo tuyo, sino que eres tú, forma parte de ti. Puedes buscar el arte, dentro de una luna de oro, tanto como el amor y de sus besos, puedes huir de la muerte, quemar algún recuerdo, buscar la luz que sale desde el fondo. Pues no me busques a mí, busca sueños, a mi ya me tienes, aquí con tigo en el texto, pues salté la muralla que te tenía atrapada, y me he quedado atónito atrapado contigo.
Sáltame y huye de mis caricias, pero si lo haces... quien le dará cuerda a este piano sin notas para que suene? Quien sabrá invocar oníricas palabras mejor que tú? La sonrisa de tu sombra ya me es suficiente para admirar y escribir sobre como salpica magentas, amarillos y azules sobre mis textos negros y blancos despiertos al verte, pues todos estaban dormidos esperando a bailar contigo, esperándote a susurrar en el oído y sellarte los labios mientras anhelo rebosante de infinidad flota por el aire.
A poca gente le gusta estar atada, encarcelada. Nuestras cadenas están hechas de, diamantes, oro, todo lo que puedas imaginar, incluso de encanto, aprecio, de muchas cosas. Es aquí donde las manifiesto. Cada palabra está encadenada a nosotros.
Pues nadie es tan feliz como yo de estar prisionero de las inmensas y temerosas alas de la peor bestia de todas, pues su fuego te hace perder la cabeza. Y sus lágrimas son las que más te mojan, y sus sonrisas son las que más te marean. No se puede vivir de este dragón, del amor, pues no se puede comprar una casa ni comer ni respirar con amor, pero qué sería el mundo sin él?
No lo ves bien... haz tuyo el texto! Créetelo! Solo hay una manera de ver las cosas claras: soñando. Dime, que ves? Sueña, cierra los ojos unos segundos, dime, que sueñas? Pues es tu deber soñar, tienes que soñar, tienes que ser libre. Tienes que poder bailar cuando quieras y tienes que poder arder cuando quieras, pero nunca podrás marchitar cunado quieras, así que sueña, aprovecha tus sueños. SIN TEMOR! La gente cree que la libertad es una enfermedad... NO! Haz lo que tus sueños te manden, pues son ellos quien deberían mandar. Ahora mismo te mandan oler esta flor.
Tu voz me es afable, pues ahora mismo estamos desterrados del mundo para encarcelarnos a este texto. Que voz más bonita: Como un arpa eólica con todas las escalas del mundo en forma de árbol y tu mano pulsando desordenadamente con toda clase de adornos fantásticos mientras sopla el viento tocando una harmonía delicada, exquisita, incluso hasta un punto picante.
Dulce boca... de ti sale esta música. Dulce música, de ti salen mis letras, así que sigue cantando por un pobre mecenas el cual solo te quiere sin compasión.
Cuantos necios no habrán sabido escuchar este violín constante, cuantos de ellos no tienen ni idea de la infinidad de anhelo del cual podrían estar juzgados y condenados dentro de los recuerdos por ti el resto de su vida. Tu corazón amurallado me ha debajo ver dentro de él, y no hay lugar más bello que este gran bombeador de vida, pues él es el que hace bombear mi corazón. No creo que hayan suficientes sonrisas con el éxtasis suficiente en el mundo ni en el resto de tiempo que le queda a la humanidad para saber sentir lo que dicen estas palabras.
Siente como fluyen todos los ríos en ti, como todos los instrumentos son tocados con tu aliento y como el viento de acompaña. Tienes que sentir las infinitas sonrisas dentro de ti, llenas de la sinceridad de la que llevo unos cuantos parágrafos hablándote. Sigue siguiendo estos versos.
Sigue siguiéndome, por favor, pues yo te seguiré a ti hasta que se ponga el sol, hasta mi ocaso. Que vida más vivida la de seguirte hasta el infinito y amargo descanso. Eso es más de lo que una vida desea desear, es mucho más.
Llega un punto en que tanto placer y felicidad no se puede contener. Sonríe, sonríe y si quieres llora, pues tanto no se puede tener, nadie es capaz de acumular tanto de golpe.
Estas frases, estos versos, son tuyos, los has escrito con cada nota que sale de tu piel, de tu boca, de tus latidos.
Se me acaban las lágrimas, pues todo el mundo debe descansar después de expresar su amor.
Estábamos mi padre, mi madrastra, mi hermanito y yo cenando en la mesa, dejamos la tele encendida para entretener a mi hermanito con los dibujos animados. Pues bien, teníamos una conversa normal entre nosotros hasta que todos nos quedamos en silencio y escuchamos por un momento la tele. Estaban dando el telediario.
Nunca pensé que podrían llegar a este nivel. La noticia que estaba escuchando era sobre la importancia del padel en España, que si va muy bien para adelgazar, que si hace unos años no se qué... PERO SI ES RIDICULO! Como es posible que pongan una noticia sobre el padel cuando están pasando 80.000 cosas en el mundo! Me parece divertido el juego, incluso fantástico si queréis... pero salir en tele 1 como noticia? Comenzamos a reír al oírlo en la mesa y a burlarnos de ello hasta que callamos otra vez y se escucho “padel (no se qué más) para salir de la crisis”, eso ya fue la bomba. Ya lo sabéis españoles, hay que jugar a padel para salir de la crisis. No hace falta que os diga que las noticias anteriores y las siguientes eran igual de inteligentes.
Os he ablado del telediario de tele 1, pero el de antena 3 es peor y los otros no lo superan...
Despertarse antes que salga el gran limón amarillo y acariciar el canto de los pájaros, el rocío iluminando las telas de araña, acariciar el alba es lo que hacen mis textos. Despertarse antes que se ilumine el cielo para acariciarlo.
Salen mis peces de debajo del agua, saltan y dan un beso a la luz arrojada por los ángeles, luz sangrienta avecinando un nuevo día, pues aprécialo tanto como los textos. Son arte.
Ayer me equivoqué de hora para quedar con una amiga y me quedé 3 cuartos de hora esperando fuera de la estación, sentado en unas escaleras. Allí no pude evitar ver un anuncio en una parada de autobús de FEDER (federación española de enfermedades raras), me pareció una federación digna de admirar, dando oportunidades a todas las personas y encontrando soluciones y otros tratamientos. Pues bien, reflexionando sobre el tema y mirando el anuncio me di cuenta de que lo que más importancia tenía en el anuncio, era la cabeza de Iniesta que ocupaba una quinta parte del anuncio. A secas, aparecía su cabeza allí, y yo me preguntaba ¿que puñetas pinta Iniesta en este anuncio? Seguro que no tienen ninguna enfermedad rara! Que pinta iniesta en un puñetero anuncio de enfermedades raras? “por la igualdad de oportunidades para las personas con enfermedades poco frecuentes”, muy bien, pero que coño pinta Iniesta?
Justo cuando estaba en media indignación por el tema pasaba una pareja de 16 años o así por mi lado con música electrónica en el móvil a todo volumen teniendo una conversación sobre que la chica se había encontrado una cartera con 40 € dentro, el chico le preguntó “y qué hiciste? (sonriendo con una sonrisa boba)” ella le contestó que se quedó el dinero y después tiró la cartera.
Aprende a conducir, consigue trabajo, be a trabajar, consigue novia, ten hijos, sigue la moda, actúa normal, camina en el pavimento, mira la televisión, intenta no envejecer, haz caso a la ley.
Hoy he conocido una persona muy especial. Es una de esas chinas que ha trabajado en el típico restaurante chino. Su historia es la siguiente:
Desde pequeña sabía que quería ver mundo, al tener conciencia ya sabía que quería vivir en otro lugar. Pues, joven, a los 20 y pico años, decidió viajar a España para ver mundo. Allí tenía que trabajar en un restaurante chino, que no sé si era propiedad de alguien conocido de la familia... es igual, la cuestión es que tenía que trabajar allí sabiendo chino e inglés. Ese no era el plan que tenía, ella quería ver mundo, pero estaba obligada a seguir la tradición cerrada china, es decir, no era del todo libre. La tradición china es muy cerrada, todo tiene que ser chino para ellos.
Un buen día, trabajando en el restaurante conoció a unos clientes que le cambiarían la vida. Como no sabía hablar español, básicamente porque no tenía tiempo ya que realmente se moría de ganas de aprender, tenía que hablar inglés con los clientes (hay que tener en cuenta que hace 20 años la gente sabía mucho menos inglés en España) y la mitad no la entendían, pero esos le preguntaron que cómo es que no aprendía español, ella respondió que no podía, y ellos se ofrecieron a enseñarle. Poco a poco, haciendo clases de español, se fueron haciendo amigos, cada vez más, hasta tal punto que la invitaron a quedarse en su casa gratis, comiendo su comida y durmiendo en una de sus habitaciones. Eran dos personas, una mujer y un hombre casados sin hijos, pues estaban encantadísimos con ella. Poco a poco la chica china cada vez sabía más y más español, le ponía entusiasmo, y llegó el punto en que lo dominaba. Un año después de haberla acogido, la pareja le dijo a la china que debería comenzar a independizarse; entonces, comenzaron a buscar trabajo. Otro buen día el hombre encontró por casualidad en el diario un anuncio para hacer de traductor o algo por el estilo de español y chino. Ella tenía miedo, pues no creía tener tanta práctica como para sentirse capaz de hacer bien el trabajo. Fue a la entrevista y, efectivamente, ya tenía trabajo. Esa pareja le habían creado las oportunidades para tener la vida que siempre había querido.
Ahora esta chica tiene alrededor de 40 años, tiene 2 hijas y un marido. Trabaja en la misma empresa que mi madre y habla también catalán.
Me picaba la lengua, me picaba la boca, me picaba todo! Necesitaba gritar todo lo que un sentimiento es capaz de gritar. Entre risa y risa se asomaba mi grito, entre sonrisa y silencio se asomaba otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
Estaba ausente aislado en mi mente pensando qué y cómo decirle. Ni si quiera sabía qué decirle! Pues 4 horas pensando y riendo con ella ya fueron suficientes. Me quedaba sin tiempo... –quieres que te acompañe a casa?- La acompañé y allí nos quedamos, en su portal, hablando otra vez. Los dos sabíamos qué era realmente lo que queríamos gritar, pero... –adiós (con una sonrisita), ya nos veremos (dos besos)- pero me quedé mudo. Hasta que comencé a andar vuelta a casa:
Pues fue nuestro silencio quien despertó la música imaginativa de nuestra conversación. Allí estábamos, en mi mente. Hablábamos sin parar otra vez, pero le sellé los labios con un dedo y con un susurro supe gritar todo lo que quería decirte, absolutamente todo, y la noche se volvió un color amarillo ligero que me llevaba dentro de su calor. Pues cada letra que no pude pronunciar explotaba en tus oídos, y exquisitamente me hacías ver como explotaban en mi piel tornándose palabra y rebotando en caricia. Así te acariciaba, con mis susurros, con mis sueños y con la mirada fija y profunda rebosante de anhelo. Podía oler el calor de su cuerpo, la excitación que sentía al oír mis palabras, y quería que sin remedio se apretara contra mí y que lo hiciera con una sonrisa seductora e incluso diabólica que me subiese aún más a las nubes. Así lo hizo, subiéndome más a las nubes. Me abrazó con fuerza mientras con susurros, ella también, me gritaba de subir a su cuarto y que no había nadie en su casa. Desprendiendo felicidad, los 2 subimos corriendo por las escaleras, como si temiéramos que uno de los dos cambiara de opinión. Ella abrió la puerta con una rapidez asustadiza. Y allí estaba, delante la puerta de su casa. Ella me cogió por la camiseta y con la misma sonrisa diabólica me llevo a la cama. Fue entonces que me congeló estas palabras, que bello era el esplendor de su cuerpo angelical cada vez con menos ropa unido a la sonrisa seductora y sincera de su cara. El sudor de los dos se unía cuerpo a cuerpo. Tan apretada a mí estaba que podía sentir incluso el recorrido de sus curvas, como apretaba sus pechos contra mí mientras yo apretaba sus senos contra mí con una sensibilidad terriblemente perfecta, terrible por como lo recordaría en el futuro, pues siempre que lo recordara sentiría absolutamente todo a la perfección. Una vez quitada absolutamente toda la ropa, sin más remedio, sin poder esperar hicimos el amor. Como se podía disfrutar tanto con tan pocos movimientos? Con su cuerpo y su sonrisa encima cada vez sentía más el amor que se asomaba en cada suspiro anheloso de querer más y más. Pues comenzó a acelerar y gritaba cada vez más. Los rallos de sol la hacían brillar por el sudor, y cada vez más. Cada vez aceleraba y cambiaba a una cara de placer progresivamente. Yo hacía exactamente lo mismo que ella. Hasta que, como un final feliz, nos corrimos a la vez gritando con sonidos hasta agónicos haciendo resonar a lo largo de la casa, de la habitación y de la cama los rápidos botes llenos de placer que producía en mí. Pues me abrazó mientras se corría y no pudo evitar gritarme a la oreja como una condenada y cuando se levantó lo hacía con una cara de que no parase, una cara de amor y placer. Entonces...
Entonces llegué a casa, abrí la puerta, me bebí un vaso de agua, y me preparé la cena (entre muchas otras cosas...)
Nos imaginamos en el futuro de muchas maneras. De muchísimas maneras. Siempre con algunas obligaciones y con algunas responsabilidades, con un trabajo, con una casa, con un coche... pero siempre con un hijo. “Yo a mi hijo le enseñaría a...”, es una frase muy común.
Imaginaos por un momento un futuro sin hijos. Verdad que es la primera vez que lo hacéis? Vuestra vida sería radicalmente diferente, o nuestra más bien... Cambiaría absolutamente todo.
No tener que pagar por las chucherías, ni la escuela, ni la moto, ni las clases de repaso, ni un dinerito cada semana. No tener que gastar tiempo cuando se pone a gritar como un crío llamándote la atención, no tener que ir a verle/la en los partidos interminables de futbol, ni acompañándole en fiestas de cumpleaños. No tendrías que preocuparte por él, no tendrías que hacerle la charla del sexo y del preservativo, ni de las drogas y fumar y beber, ni de los estudios y los exámenes. Tendrías más dinero, más tiempo libre, más espacio y aire, menos preocupaciones... aun así... qué es lo que pasa? Porque nos duele leer estas palabras? Pues porque (no todos lógicamente...) lo queremos, lo queremos aunque tengamos que pasar por todo ese percal.
Porque lo queremos? Será por un impulso que nos da la naturaleza para asegurar la reproducción? Será unas ansias de poblar nuestra soledad? Compartir? Tener descendencia para no quedar en el olvido (excusa barata e inútil... ¿no?, quiero decir, de todas formas se quedaría uno en el olvido)? Para fortalecer una relación con una mujer? Para hacerle hacer lo que tú nunca pudiste hacer? Para tenerlo de adorno? Para asegurar un futuro a la familia? Para trabajar? Para qué?
Para quererle, compartir tus emociones, para guiar una persona nueva todo un recorrido por la vida, para incluso aprender, para tener nuevas experiencias, para darle un giro a tu vida, para sentir un vínculo nuevo, para sentir amor, para tener algo más por lo que sacrificarse, para sentirse el protector e incluso para tener dominio, para poder ayudarle e incluso castigarle, tener un motivo por el qual vivir y luchar hasta la muerte, para saber que alguien te querrá, para hacer una persona increíble y especial (desde tu punto de vista, claro...), para tener un nuevo futuro, para fijar un poco tu vida, para sentir el calor de unos brazos llenos de aprecio rodearte el cuello, para sonreír algunas noches pensando en la obra de arte que has creado. Hay tantos motivos para tenerlos...
(tener un perro en cierto modo es semejante, solo que menos decisivo y radical. Mucha gente que de una manera o otra se les ha muerto el niño, o gente que siempre ha querido un niño, se acaban comprando un perro para “substituirlo”)
Hay noches inolvidables, noches horriblemente preocupantes, noches sin fin, noches durmiendo, noches extrañas, noches... hay muchas noches, pero hoy me he dado cuenta de una cosa. Yo no lucho por tener noches increíbles, ni noches lujuriosas, ni noches de esa clase, yo lucho por la clase de noches que diré ahora:
“Póngame una birra por favor”. No se acaban las conversaciones, y no hay ni una que no contenga una risa. Pues no hay temores ni preocupaciones, fluye el placer por el palpitante corazón contento y despierto. Dos cervezas en una noche, pues no se necesita más, incluso una ya sería suficiente, o ninguna. Recuerdos... cuantas hazañas narramos y ¿cuantas nos quedan por hacer? Pocas no. Pues no hay nada que temer ni preocupar y ni si quiera hace falta abrazar a nadie para comprender cuanto aprecio hay entre las palabras que se dicen. Son pocas personas y ya va bien. Hay poca gente en la terraza del bar, incluso dentro, y ya va bien, aunque sea para jugar tranquilos al billar. Sentido a la vida, guerras, injusticia... a todo se le da un descanso, se pregunta por las experiencias recientes de cada uno y... los otros no solo escuchan las palabras... se las beben! Y las hacen suyas, pues los “lánguidos besos de una mujer pasada, las grandes noches de unos días en vacaciones, los amigos extraños, los locos pero simpáticos, los amigos que faltan, los que no faltan” y tantas cosas más son las que hacen beberse las palabras, porque no solo son interesantes, sino que están llenas de aprecio.
Expresiones de asombro, de agradecimiento, de aprecio, de felicidad, de sinceridad, de un fuego que ha encendido esta tinta a ser escrita.
Creo en las noches capaces de tocar el corazón de la gente, noches que lleguen al espíritu de los hombres, sin fronteras ni religiones ni razas, incluso sano. Realmente, noches por las que luchar. No tienen nada extraordinario.
El placer... el verdadero placer se siente al haber pasado un día placentero, al no tener responsabilidades, al no estar demasiado cansado pero no estar demasiado despierto, al no preocuparse por si la casa está mal ordenada fregar los platos o lo que sea... así que... más vale que vaya a fregar los platos y a sentir, por fin, placer.
Perdidos entre inviernos congelados llenos de duras realidades, no somos más que una miga de pan negro. La vida ríe, llora y se deshace, un sueño igual que una danza. Veo que ya estoy demasiado hecho para comenzar de nuevo y que muchos deseos me cubrirán el ataúd, veo mi anhelo por renacer y la sombra amarga de una mano huesuda señalándome día a día. Somos un peón de una partida de ajedrez, donde cuando acaba la partida rey y peón vuelven a la misma caja. Seguiré luchando por lo que me queda por querer y gozar, por lo que me queda por sonreír, por todo lo que me queda antes del abismo. Eso es lo que ves cuando miras adelante.
Sigo siguiendo este camino que parece no acabarse, marcado por el fuego, por la tinta y el arte y por el amor. Aun saber que no debería, percibo las cosas como si fuera un ser infinito, y me compadezco, es así como funciona nuestra manera de pensar. Aun así... no me desespero, estoy contento, soy un loco con una sonrisa, dudosa pero cierta. Pues vivo momentos únicos, vivo momentos que si fuera infinito, un dios, no apreciaría. Estoy apreciando lo que de verdad importa: la vida! Estoy aprovechando unos años de existencia que se me ha concedido! Soy una casualidad surgida entre muerte, soy un milagro, soy arte! Eso es lo que puedes ver si miras al rededor, al presente.
Mirar atrás... Pues mirar atrás es mucho más que aprender de tus errores, comprender, rectificar, recordar... Mirar atrás es ver que tienes un principio y darse cuenta de que nada se queda para siempre. He perdido tantas cosas hasta ahora que conservar... solo he conservado una por 1 año y medio. Aun así, si queréis ver lo que realmente es mirar atrás, mirad este otro ensayo, que no es mío:
Mar tranquilo ciudad en tensión, con una sensación de estar esperando alguna cosa. Los animales nerviosos, algunos se van lejos de la costa. La gente comienza su rutina; coge el coche y se va al trabajo o a pie... todo el mundo a su estilo peculiar por sus caminos específicos calculando como se puede llegar antes. El sol brilla como cada día, las telas de araña brillan por el rocío de la mañana igual que otros días, el aire sopla igual, todo está igual.
A unos 100 kilómetros un gran estruendo sordo y entrecortado se manifiesta. Pues es entonces que comenzaba la guerra entre la tierra y el mar. Comenzaban a armarse las tropas del mar con unos remolinos dentro del mismo mar cogiendo el impulso de un desequilibrio en el que se encontraron las tropas para poder cargar con gran fuerza, aun así siempre silencioso por debajo y con cuidado, cogen los caballos y a gran velocidad y sin premeditar comienza la carga con sus pesadas armas y sus imparables armaduras y escudos. Barcos en el medio del mar notan los casquetes rebotar contra su barco, barcos no tan lejos de la costa se darán cuenta en poco tiempo de que están a primera fila del campo de batalla. Se alzan los caballos con el impulso de la arena con la que chocan, se alzan cada vez más hasta enseñar su grandeza temible e incontenible y... comienza la batalla.
Grandes oleadas de un inmenso y numeroso ejército sacuden lo que era un día normal con sus espantosas toneladas de agua salada, arrasando por encima y por debajo a todo lo que tenga forma, arrancando coches, personas, edificios enteros. Ruidos estruendosos y gritos envuelven el campo de batalla del pánico que nadie pudo prevenir. Comienza una persecución por la vida de cada ser vivo. Los barcos cerca de la costa son destruidos y arrastrados, toda la costa es arrancada y cae la primera oleada de mar, sigue la batalla y los pesados guerreros sin orden alguno galopan y galopan hasta chocarse y destruir lo primero que encuentren con sus poderosos caballos. Siguen avanzando, la gente que aun no ha sido pisoteada se atrinchera en lo más alto de los edificios rodeados por los feroces guerreros que sacuden y destruyen el edificio, coches son aplastados como moscas, crueles guerreros entierran los cuerpos para que nadie los vea, destroza todo a su paso, hasta llegar a sus límites, hasta que el caballo se queda sin fuerzas, hasta que no puede galopar más y muere. Ellos siguen a pie corriendo con sus pesadas armaduras arrasando a su paso, con sus poderosas manos hunden a las personas que se interponen en su camino, revientan y matan como guerreros sangrientos y rabiosos que hasta que no les queda energía para latir su corazón, no se rinden. Ansia por matar, anhelo por recuperar desesperadamente la tierra que una vez en el pasado fue suya. Luchan hasta la muerte y hasta quedarse muertos en el suelo, inundando la ciudad con su muerte y la de los demás, luchan hasta satisfacer su rabia, su ansia, su anhelo, su crueldad, sus lágrimas, ¡luchan por la muerte!