A veces lo que nos hace apreciar las cosas
es el miedo a perderlas. A veces simplemente quieres una cosa porque tienes
miedo a perderla. El miedo mueve a la gente.
Pero, para comenzar, las cosas se deberían coger, disfrutar y dejar. El gran ejemplo es la vida: se tiene que nacer, disfrutar y morir, y en este caso el egoísmo humano no puede impedir nada. Pero aunque no lo dejemos… ¿Cómo vamos a disfrutar de las cosas si tenemos miedo?
Pero, para comenzar, las cosas se deberían coger, disfrutar y dejar. El gran ejemplo es la vida: se tiene que nacer, disfrutar y morir, y en este caso el egoísmo humano no puede impedir nada. Pero aunque no lo dejemos… ¿Cómo vamos a disfrutar de las cosas si tenemos miedo?
Puede que la manera perfecta para disfrutar
de los momentos, de los objetos, de las personas y de todo en general sea
olvidándote de que no hay manera de tenerlos para siempre: todo se pierde. Es
más, el pensamiento de la modernidad tiene precisamente este problema: lo
perdemos todo. Cuando pensamos lo hacemos como si fuéramos infinitos…
realmente es una de las pocas formas de
pensar (si no crees en Dios).
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