El sol despierta, con tristeza lo miramos y nos decimos –algún
día desaparecerá-. La muerte se ríe y con amargura lo miramos y nos decimos –algún
día me llevará.
Pero… los ángeles se cansan, día a día, de las lágrimas gastadas que ya no saben llorar. La eternidad se ríe y con amargura los hace olvidar lo que realmente importa, los dioses nos miran y nos tienen envidia. Pocas cosas importan en esta vida, entre ellas amar.
Olvidan a llorar y el ruido los invade. Palabras de un artista crean este escenario donde ellos salen insípidos y nos miran con envidia, pero ya estaban allí antes de escribirlos. El ruido ya llora y adora eso que no tiene, ama eso que no tiene igual que nosotros, quiere su música perdida entre todo el ruido que llora. El ruido, los ángeles, es perfecto por todo menos por un motivo: no sienten, se han olvidado, y esa es su música.
Pero… los ángeles se cansan, día a día, de las lágrimas gastadas que ya no saben llorar. La eternidad se ríe y con amargura los hace olvidar lo que realmente importa, los dioses nos miran y nos tienen envidia. Pocas cosas importan en esta vida, entre ellas amar.
Olvidan a llorar y el ruido los invade. Palabras de un artista crean este escenario donde ellos salen insípidos y nos miran con envidia, pero ya estaban allí antes de escribirlos. El ruido ya llora y adora eso que no tiene, ama eso que no tiene igual que nosotros, quiere su música perdida entre todo el ruido que llora. El ruido, los ángeles, es perfecto por todo menos por un motivo: no sienten, se han olvidado, y esa es su música.
Y el pobre ruido… el pobre ángel… nos mira sonríe y triste
se va, con amor olvidado nos besa y nos abraza, pero no se acuerda del calor
con el que nació. No tiene nada, pero él es mucho, mira las cosas bellas pero
no se acuerda de belleza, eternidad ensuciada, amor caído, los dioses nos miran
y nos tienen envidia, ya escribo y de amor me caigo, el río fluye y el ocaso se
acerca, pero para ellos el río insípido no riega los árboles ni acaricia las
piedras, el tiempo no se acaba y yo… creo lo imposible pero nunca lo
improbable, te miro querido ángel y te abrazo…¿Qué puedo hacer para que te mueras por mí? ¿Qué puedo hacer para que me quieras?
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