Sé valiente cierra los ojos y da unos pasos hacia delante.
Sin miedo ni vergüenza. Tu objetivo no es cambiar las personas, ni cambiarte a
ti mismo… eso es poco… ¡el objetivo es cambiar el mundo! ¿Te imaginas? Cambiar
el mundo… hasta esto parece poco. Es casi insignificante.
Sé valiente y dame la mano, sígueme. Sígueme hasta el límite de las fronteras, de lo imposible, y te aseguro que cruzaremos eso que siempre ha estado allí pero nunca hemos acabado de ver. Cruzaremos todos los límites que creas que te dominan, pues son todos aún más insignificantes.
Sé valiente y dame la mano, sígueme. Sígueme hasta el límite de las fronteras, de lo imposible, y te aseguro que cruzaremos eso que siempre ha estado allí pero nunca hemos acabado de ver. Cruzaremos todos los límites que creas que te dominan, pues son todos aún más insignificantes.
¿Te imaginas? Cambiar el mundo… cruzando fronteras
imposibles, bailando a la luz de un ocaso casi acabado, con una brisilla fresca
acariciando la dulce sombra de una sonrisa que nadie conseguirá borrar nunca,
las montañas doradas y verdes aplaudiendo con las hojas de los árboles,
mientras mi perro se acerca con una piña en su boca para jugar. Sé valiente y
recuerda que cambiar el mundo parece casi insignificante, que todas las
estrellas en el cielo y todos los peces en el mar son pocos… insignificantes
comparados con los pensamientos que silenciosamente te dedico cada día y noche…
pero estos, parecen ser... también insignificantes.
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