No hace falta que lo hagas. Pero si de verdad lo desearas…
lo harías. Es lo de siempre: otra lucha. Pero esta es más grande, es una
ruptura contra todo lo presente, contra nuestra realidad… no es solo miedo al
cambio, es que… sabemos qué es lo que hay que hacer, pero a la vez lo que
debería ser imposible… no es ético… no es… qué más da lo que sea, lo que
importa es lo que se siente… y lo que se siente tarde o temprano explota, sea
lo que sea.
Explotar… mientras no hacemos lo que deberíamos hacer, las horas explotan. Hay relojes por todas partes, para molestarme, me recuerdan a ti… maldita sea… y cuando ya los he olvidado todos… Dong… Dong… Dong… Miro a la derecha y veo las 4:23, miro recto y hacia arriba y veo las 7:45, entonces suenan los cuartos…
Explotar… mientras no hacemos lo que deberíamos hacer, las horas explotan. Hay relojes por todas partes, para molestarme, me recuerdan a ti… maldita sea… y cuando ya los he olvidado todos… Dong… Dong… Dong… Miro a la derecha y veo las 4:23, miro recto y hacia arriba y veo las 7:45, entonces suenan los cuartos…
Cuando una persona quiere una cosa, todo el universo
conspira para que esta persona tenga lo que desee (Paul Coelho – El alquimista). Haz algo... yo no puedo, no me dejan los músculos ni
los nervios, solo los dedos cuando toco el piano o escribo... haz lo que sientas.
No hace falta que lo hagas… pero si de verdad lo desearas...
Hay textos que deben
ser difíciles, pero este… este da igual lo que sea, incluso da igual si me contradigo, este se tiene que ignorar
si se entiende o no, este texto no se trata de leerlo y entenderlo, se trata
simplemente de sentirlo, ponerse en la piel del autor, o en la piel de quien
recibe el texto. Puede que sea otra persona o puede que me lo escriba a mi mismo... supongo… querido lector, que tú deberías ser quien lo recibes
¿no?.
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