Inútil i importante

Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.

domingo, 2 de octubre de 2011

El diario de un loco


Otra vez… mi lucha contra las palabras. La lucha contra mi casa, contra creaciones al revés, contra la verdad contradictoria, contra el ruido que tenemos todos dentro. Sigo luchando para llegar al final, aunque estúpidamente sepa que no hay final. Solo quería recordarlo. Ahora te pido que te mates temporalmente delante de este texto, olvídate de todo y por encima de todo olvídate de ti, no tienes que existir para leer esto, solo tienes que conectar mentalmente con lo que pasa, captar.


Otra vez…las cosas tienen su papel. Yo con mis manos contra un papel y su blancura.  La luna, el sol, tú, yo… tenemos nuestro papel. Tus ojos… la tranquilidad de verlos iluminados por el sol… tu cuerpo entero… tropezar con las palabras y los colores más tuyos. Siempre en distancia, te recuerdo que estoy loco, la única manera de ser humano, pues también lloro y sufro, es la verdad aunque no encaje con nuestra realidad.

Nómbrame a mí, musa, un pobre mortal. Todo es una gran metáfora de la realidad, una realidad perdida. Como consumiente llama que soy, lucho, pues es lo más bonito que hay, como ser perdido que soy busco la eternidad en una hora. Y es entonces, ahora que he escrito una y otra vez sobre lo que me rodea la realidad, es cuando veo a distancia todo lo que he hecho…

Las cosas se rompen, las realidades nos mienten y el odio y el amor vienen del mismo resplandor. La lucha contra las palabras se reduce a ti, pues no hay más que hacer con tanto amor por aquí. Escúchame, compréndeme, no voy a parar hasta que tus latidos me sepan gritar. Puede que no te necesite para respirar, pero sí para soñar, para tener algo por lo que luchar. Me apago y me enciendo, como un cielo lloviendo,  a trozos te describo lo que sigo sintiendo, el diario de un loco, que muere poco a poco, que nunca se rendirá por la lucha que perderá, nunca caerá ante el ruido y la furia que lo esconde en la penuria. Pues lucharé, junto al amor y la luna, sonreiré ante la fortuna de poder adorar las noches estrelladas que me hacen pensar en tus notas doradas escuchadas con alegría por la inmensa sabiduría de un corazón que hace tiempo perdió su caparazón, perdió la desazón y entró en desesperación. Pero tienes razón, estoy loco, pues sí soy rico de sufrimiento, y de eso no te miento, sería imposible juntarnos en silencio y agonía, hurtarnos el amor necio y hacerte mía, ante este mundo moldeado sin fondo, caer en lo más hondo, hacerte mía ante los dioses caídos, ante los feroces bolígrafos.  

Las cosas tienen un papel por el cual luchar.

Cuando el tiempo tiempo no era, tempo no había y tampoco llovía, y ahora que hay luz baldía... apareces tú.  Como explicarte… otra vez, tú mi pecera y yo tu pez. Tú mi lucha por la que morir, tú mi casucha donde sobrevivir. Tú, y solo tú, los minutos las horas la eternidad, los suspiros caídos, las letras que escribir, los momentos por sufrir. Tú, y solo tú, el único abujero donde caer. A ti, y solo a ti, te dedicaré las palabras más llenas que una lucha ha sabido matar: te quiero.

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