Inútil i importante

Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Posesión y ser


¿Qué significa ser de alguien? Muchos enamorados o amigos se dicen entre ellos que uno es del otro y el otro es de éste… yo no creo que eso sea cierto. Es muy bonito pero imposible.

Toda la tesis que desarrollaré a continuación se resume en “amamos a todo eso que queremos y no tenemos”. Es una propuesta bastante arriesgada.

Yo, por mucho que quiera a mi novia (o de mi mejor amiga, de mi madre, mi padre, etc.), nunca seré de ella. Yo esencialmente soy de mí mismo, soy de mis amigos, soy de las notas que saco, soy de todo eso que tenga alguna posesión en mí, también soy de mi novia. Pero, ser de tantas cosas es equivalente a no ser totalmente de nadie, ni de nada, ni de mí mismo. Como máximo se podría decir que soy parcialmente de todo, incluso de algunos recuerdos y otras cosas que no tienen realidad física.

 Entonces, como he dicho antes, tampoco somos de nosotros mismos. ¿Cómo se entiende esto? Para entender esta afirmación antes tenemos que entender qué somos “nosotros mismos”. Nosotros mismos somos de diferentes cosas. Somos de nuestro cuerpo físico, de la parte que controlamos dentro de la conciencia y de la parte que no controlamos dentro de la conciencia o subconsciencia. Nuestro celebro no acaba de ser controlado por nosotros mismos, en muchos casos parece que este nos controle a nosotros (entraríamos en un tema muy profundo y más largo que éste si nos dijéramos que no somos nosotros quien decide nuestra realidad, sino nuestro celebro sin consultar con “nosotros mismos”). Por ejemplo, es nuestro celebro quien se enamora sin que tú lo puedas evitar de alguien, es nuestro celebro o alguna otra cosa (interior, o exterior, no tengo ni idea, pero no somos nosotros mismos); otro ejemplo es el de soñar, tener hambre, enfadarse, e infinitos casos más. Entonces… ¿la parte que nos controla forma parte de nosotros, o nosotros formamos parte de la parte que nos controla?

Dicho esto, podemos llegar a la conclusión de que nosotros, no somos de “nosotros mismos”, no nos controlamos nosotros solos. Consecuentemente, no nos tenemos a “nosotros mismos”. Y aquí derivamos a la explicación de porqué nos queremos a nosotros mismos más que a nada: puede que seamos a quien más queremos y menos tenemos.

Entonces, ¿qué pasa con lo que ya tenemos? Por ejemplo el dinero. Pasa que tenemos miedo a perderlo, y se establece, más que una relación de amor, una relación de, principalmente, miedo. ¿Por qué la gente con más dinero bota a derechas y la gente que tiene menos dinero bota a izquierdas? Unos tienen miedo de perder lo que tienen, los otros tienen menos cosas, y por eso tienen menos miedo. Las revoluciones o las revueltas se producen entre la gente que no tienen nada, que no tienen miedo. Otro ejemplo sería el de una pareja: yo puedo tener miedo de que mi novia me ponga los cuernos, ya no me quiera y todo lo que pueda pasar. Pero es todo lo que pueda pasar encima de la parte que ya tengo, es decir, tengo miedo.

Se decía que Homero, gran poeta de la antigua Grecia, era desagradable físicamente. Precisamente, por eso buscaba la belleza extraordinaria que encontraba en sus poesías: Amaba eso que no tenía.

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