¿Qué significa ser de alguien? Muchos enamorados o amigos se
dicen entre ellos que uno es del otro y el otro es de éste… yo no creo que eso
sea cierto. Es muy bonito pero imposible.
Toda la tesis que desarrollaré a continuación se resume en “amamos
a todo eso que queremos y no tenemos”. Es una propuesta bastante arriesgada.
Yo, por mucho que quiera a mi novia (o de mi mejor amiga, de
mi madre, mi padre, etc.), nunca seré de ella. Yo esencialmente soy de mí
mismo, soy de mis amigos, soy de las notas que saco, soy de todo eso que tenga
alguna posesión en mí, también soy de mi novia. Pero, ser de tantas cosas es
equivalente a no ser totalmente de nadie, ni de nada, ni de mí mismo. Como
máximo se podría decir que soy parcialmente de todo, incluso de algunos recuerdos
y otras cosas que no tienen realidad física.
Entonces, como he
dicho antes, tampoco somos de nosotros mismos. ¿Cómo se entiende esto? Para
entender esta afirmación antes tenemos que entender qué somos “nosotros mismos”.
Nosotros mismos somos de diferentes cosas. Somos de nuestro cuerpo físico, de
la parte que controlamos dentro de la conciencia y de la parte que no controlamos
dentro de la conciencia o subconsciencia. Nuestro celebro no acaba de ser
controlado por nosotros mismos, en muchos casos parece que este nos controle a
nosotros (entraríamos en un tema muy profundo y más largo que éste si nos dijéramos
que no somos nosotros quien decide nuestra realidad, sino nuestro celebro sin
consultar con “nosotros mismos”). Por ejemplo, es nuestro celebro quien se
enamora sin que tú lo puedas evitar de alguien, es nuestro celebro o alguna
otra cosa (interior, o exterior, no tengo ni idea, pero no somos nosotros
mismos); otro ejemplo es el de soñar, tener hambre, enfadarse, e infinitos
casos más. Entonces… ¿la parte que nos controla forma parte de nosotros, o
nosotros formamos parte de la parte que nos controla?
Dicho esto, podemos llegar a la conclusión de que nosotros,
no somos de “nosotros mismos”, no nos controlamos nosotros solos. Consecuentemente,
no nos tenemos a “nosotros mismos”. Y aquí derivamos a la explicación de porqué
nos queremos a nosotros mismos más que a nada: puede que seamos a quien más
queremos y menos tenemos.
Entonces, ¿qué pasa con lo que ya tenemos? Por ejemplo el
dinero. Pasa que tenemos miedo a perderlo, y se establece, más que una relación
de amor, una relación de, principalmente, miedo. ¿Por qué la gente con más
dinero bota a derechas y la gente que tiene menos dinero bota a izquierdas?
Unos tienen miedo de perder lo que tienen, los otros tienen menos cosas, y por
eso tienen menos miedo. Las revoluciones o las revueltas se producen entre la
gente que no tienen nada, que no tienen miedo. Otro ejemplo sería el de una pareja: yo puedo tener miedo de que mi novia me ponga los cuernos, ya no me quiera y todo lo que pueda pasar. Pero es todo lo que pueda pasar encima de la parte que ya tengo, es decir, tengo miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario