Inútil i importante

Pequeños ensayos importantes e inútiles del día a día que invitan a pequeñas o grandes reflexiones. Aquí es donde después de cuidar mis ideas las entierro.

lunes, 23 de abril de 2012

Sant Jordi


El 23 de abril en Catalunya se regala una rosa a las mujeres, y las mujeres regalan un libro a los hombres. Es todo muy bonito.

Hoy no he regalado ninguna rosa a mi novia, ha sido un desastre emocional para ella, aunque ella no me haya regalado ningún libro. Aun así, aunque me haya equivocado (pues ha sido un error no comprarle una rosa), me estaba preguntando… ¿y por qué no le he comprado la rosa? No es por que sea un rácano (que también es verdad, pero esta vez no es el caso), ni porque me hiciera palo, sino porque simplemente estaba con ella. Si le compraba una rosa solo podía ser con ella porque ese día no había tenido tiempo de nada, y cuando estaba con ella no tenía ganas de hacer otra cosa que pasar el rato con ella, ¿para qué iba a preocuparme por una rosa? Tenía ganas de pasar rato con ella cuando el día siguiente tenía un examen de filosofía que no había comenzado a estudiar, cuando podría estar escribiendo en mi blog o un libro que he comenzado, cuando podría estar estudiando para futuros exámenes o la infinidad de deberes que tengo, incluso podría estar durmiendo.

Podría estar dibujando y practicando para cuando vaya a bellas artes (pues me hace falta), podría estar paseando mis perros para hacerlos felices, podría estar preparándome la merienda más buena que haya hecho nunca, podría estar componiendo y tocando el piano, podría estar mirando una pared, duchándome, haciendo ejercicio, hablar por teléfono, mirar la tele, estar en el ordenador pasando el rato, ordenando mi habitación, ¡incluso podría estar comprando una rosa! Pero antes que eso prefiero estar con ella, simplemente estar con ella. Pero eso cuesta más de valorar, pues no es nada material… a mi me pesa mucho más una hora que cualquier cosa que tenga peso y forma, que cualquier rosa.

Hemos quedado a las 6:15 y a las 9:30 nos hemos ido, ella se ha ido triste y sin rosa. Si le hubiera dado la rosa a las 7:15 y me hubiera ido a estudiar, ella seguiría igual de contenta… y yo me he quedado sin palabras. “Hay que aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida”, pero no solo las rosas, también los segundos, minutos y horas.

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿Qué es ser humano?

Igual que en la antigua Grecia los griegos se comparaban con los bárbaros como civilizados, inteligentes, etc.; los humanos actuales diferenciamos entre bestias y humanos. Pero esto tiene un problema, i es que somos nosotros quienes juzgamos a los animales y a nosotros mismos a la vez (igual que los griegos con los bárbaros). Las matemáticas, por ejemplo, tanto para mí, como para un alienígena, son iguales, son universales; 2+2 siempre será 4. Sin embargo (un ejemplo semejante al de las bestias y los humanos), el oro no tendrá el mismo valor para mi que para (probablemente) un marciano, o incluso otros humanos.

 Vemos el mundo como un dominio del hombre y que todo es comparable a él, incluso Dios. ¿Y si hubiera un Dios para animales y no para hombres? Le hemos dado a la mayoría de los dioses un carácter humano, incluso los que son animales pueden hablar. Hemos ordenado el mundo de una manera humana, antropomórfica. Interpretamos el mundo de una manera antropomórfica y por eso dividimos entre bestias y humanos. Consecuentemente, esta división está vacía, no significa nada, es una división arbitraria sin ningún valor.

Entonces, ¿qué es ser humano? Platón diría que es un “animal dotado de razón (logos)” i diría que es un ser que enfronta ánima y cuerpo, está encarado al conocimiento y la razón. Un ser humano es un ser que puede perseguir la felicidad. Actualmente, en la modernidad, consideramos la felicidad una cosa subjetiva porque soy “yo” y solo yo quien pone el criterio a todo. Para un griego la felicidad, una vida feliz, puede consistir (que no quiere decir que, si lo hace, sea feliz o que si no lo hace sea un desgraciado) en quedarse en el terreno de las ideas y no en el de las cosas; una persona que ve una pequeña parte del todo, una persona que no se encara a las ideas es una persona incompleta, al igual que una persona que muere a los 14 años y se muere habiendo vivido feliz toda su vida muere siendo incompleta, igual que una persona que vive 100 años y no se afronta a las ideas.

Aristóteles habla de una cosa que se llama “teleología” (ciencia de la finalidad), es la idea de que todo ser u objeto está encarado a un objetivo, y si alguna cosa no llega a cumplir o incluso a buscar su finalidad, ésta no es madura. La finalidad de los seres vivos es la madurez sexual, es decir reproducirse; pero ¿Y los humanos? ¿Tenemos la misma finalidad? No, solo si estuviéramos en el terreno de las cosas, es decir, si no afrontáramos las ideas. En este sentido, cumplir la finalidad de un objeto o ser es ejercer sus facultades; en el caso de un humano, una de sus facultades es la razón. Lo contrario a todo esto también tiene una palabra en griego: “Hybris”. Actualmente se traduce por híbrido. En griego quiere decir equivocación o error; nosotros, los modernos, hemos traducido esta palabra como “híbrido”, es decir, animal o vegetal procreado por dos individuos de diferente especie, es decir, de una distinta naturaleza. La palabra ha llegado a este significado porque que dos animales o vegetales de distinta especie se reproduzcan es un error, una equivocación, porque no pueden ejercer su finalidad: la de tener descendencia. Un híbrido no puede reproducirse. En conclusión, teleología y hibris son cosas contrarias.

Aun así, aun haber entendido un par de coses sobre qué es ser hombre, nunca acabaremos de definir qué es el hombre, si lo pudiéramos definir… sería un problema, ¿por qué? lo explicare en otro ensayo, porqué no.